Clásicos de mis clientes:
Jaime, a veces tiene tanto estrés acumulado que su mente le empieza a traer imágenes de agresiones impulsivas. Se imagina haciendo daño a gente que quiere. Le da miedo perder el control y hacerlo.
Al pensar<>sentir todo eso, se etiqueta a sí mismo como «mala persona».
Marta, a veces tiene tanto estrés acumulado que su mente le empieza a traer imágenes de quitarse la vida. Se imagina muriéndose y por fin descansando de tanta angustia. Le da miedo perder el control y hacerlo.
Al pensar<>sentir todo eso, se etiqueta a sí misma como «mala persona».
Esto no son enfermedades.
Esto no son trastornos.
Esto son, desde mi humilde (pero precisa) opinión…
… Malentendidos Mentales.
Sí, se sienten muy fuertes e intensos.
Sí, no son ninguna tontería.
Pero no. No te hacen «mala persona».
No te hacen un «enfermo» ni un «trastornado».
Sentir<>Pensar te hace…
… ser humano. Nada más.
A menos que elijas creer otro tipo de [etiquetas]. Porque eres libre de *pensar* lo que sea… y luego etiquetar como [cierto] esa evaluación lingüística.
Mira, vayamos más allá de juicios, evaluaciones y demás historias.
Contempla la siguiente perspectiva liberadora. Esto proviene de profesores de meditación muy lúcidos, como Ramana Maharshi y Rupert Spira.
Imagina tu cuerpo<>mente como si fuera una PANTALLA de CINE.
En la pantalla aparecen imágenes y sonidos de diferentes formas.
Se ven asesinatos, fiestas, abrazos de amor, nacimientos, se-xo, etc.
Se escuchan discusiones, insultos, peleas, reconciliaciones, halagos, palabras bonitas.
Todo tipo de escenas audio-visuales…
… apareciendo…
… y …
… desapareciendo…
Ahora, aquí viene el secreto.
No tomes nota, simplemente ábrete a ver algo nuevo:
La pantalla muestra todo tipo de imágenes y diálogos, pero nunca toma la forma de esas imágenes y diálogos.
La pantalla muestra escenas, pero NO ES esas escenas.
No resulta afectada por el asesinato del thriller.
No resulta afectada por la broma de la comedia.
La pantalla siempre permanece imparcial e intacta.
Tú, mi querido saltamontes, eres la pantalla.
No eres tus pensamientos.
No eres tus sentimientos.
Eres aquello que presencia la experiencia, momento a momento.
Por lo tanto, sentir miedo, tristeza, agresividad, etc, no te hace mala persona. Te hace humano. Punto y final.
Si quieres explorar más a fondo esta perspectiva diferente, libre de etiquetas macabras, mi hermana y yo te podemos entrenar. Aquí debajo puedes familiarizarte con nuestra metodología.
Recuerda la esencia:
La pantalla muestra todo tipo de imágenes y diálogos, pero nunca resulta afectada por esas imágenes y diálogos.
Paz.
Íñigo Lacasa